jueves, 4 de mayo de 2023

... Y que me quiten lo "bailao"

...Y que me quiten lo “bailao”
Un reportero en el mundo...
Pedro Prieto

Y de pronto, abrí el libro del reportero
página tras página leo 
hasta que en un niño me convierto
cambiando lo de pirata por un reportero
el caballo de palo por una cámara, un micrófono
zapatillas para ir mejor caminando
siempre ojo avizor, no sabes por donde vas andando.

La aventura ha empezado
por mar, avión, o en carro
siempre con la espada, perdón, la cámara
la lengua bien afilada, mejor que callado
como antenas parabólicas los oídos
como equipaje, una mochila en la mano
llena, como la de Doraimon.

A veces se escuchan de la tormenta los truenos
otras, de la guerra, las bombas, los disparos
tal vez, en la espera, mucho tiempo agazapado
con el fusil, ay no, la cámara en la mano
los ojos abiertos como platos
hablando de platos, una botella de agua o un bocata prestado
por algún compañero, también esperando a nuestro lado.

Las páginas sigues avanzando
nuevas aventuras te están esperando
quizás esperando algún famoso
buscando los restos de un pasado
la historia que nos han contado reescribiendo
algún viaje algo más tranquilo
cruzando continentes de uno a otro lado.

Son las historias de un reportero
no sus reportajes, sino lo que se hizo para publicarlo
eso que no se cuenta en los artículos
sino todo el trabajo que ha reportado
las aventuras y desventuras de los hechos
como un niño que sus aventuras va descubriendo
esos hechos que no cuentan los periódicos, lo humano.

Toni Oliver




Me encontré a una anciana

Me encontré a una anciana

Me encontré a una anciana
vestida con ropa de mil parches
las botas roídas por las ratas
en cada mano una vara
para ayudar a sus piernas cansadas
con un haz de leña en la espalda.

A su vera, un señorito
con la ropa bien planchada
zapatos de charol recién lustrados
abroncando a la anciana
pidiendo clemencia con la sonrisa en los labios
a un señorito que nunca ha dado un palo al agua.

En señorito seguía con sus trece
insultos para humillar a la anciana
reprochándole que recoja la leña
del bosque que el señorito no cuidaba
señorito con orgullo de inútil 
con esa superioridad mal sana.

No se acuerda que la anciana
era quien lo cuidaba cuando apenas andaba
su orgullo le ciega, su ego le mata
se ha quedado sin humanidad
de la empatía no se habla 
y de la humildad... Eso ya es de otra galaxia.

Toni Oliver

Escobas, brujas, juegos malabares

Escobas, brujas, juegos malabares

Apareció, con el sonido del trueno, insonoro
la bella bruja con su escoba
en vuelo rasante, como quien no quiere la cosa
nuevo modelo, el último de Honda
cambio automático, dirección asistida
GPS y otras mil maravillas.

Los jovenzuelos, más salidos que la pata de un romano
la miran a ella sobre esa escoba
reluciente, de metales brillantes, con alerones de cola
ella, minifalda de corte en los laterales
de abajo hasta la cintura que en vuelo se levanta
su pelo suelto que parece la cola de un cometa.

Con sus faros de infrarrojos de largo alcance
lo divisa todo en la luna llena
se ven raros allá en las alturas
como si fueran raras estrellas
sus ojos, brillantes como dos diamantes
parpadeantes como si giraran en sus dos cuencas.

Los jovenzuelos, volvamos a ellos
desesperados por viajar en esa escoba último modelo
todos quieren montarla... ¿La escoba o la bruja?
Lo dejaremos en la intriga, un mundo es cada mente
todos le le sonríen, le hacen muecas
por si desde la distancia de sus anhelos se apiada.

Los más viejos, con más ganas que los jóvenes
echándoles la bronca por su comportamiento
mientras la baba se les iba cayendo por las comisuras
sus mujeres a escobazos les bajaban los ánimos
acabando en casa escondidos, o en el bar medio borrachos
la bruja haciendo piruetas ante las ventanas...

Todos, los hombres, mirándose el pendejo
cada vez más solidario con su mente
firmes como el palo de telégrafos
por su cuerpo toda la corriente 
las mujeres, envidia a mansalva
ella, la bruja, con todos se carcajeaba...

Todo llegó al pleno del Ayuntamiento
vaya lío se ha montado, aumentando los divorcios en el pueblo
el alcalde hipnotizado, de la bruja enamorado 
los concejales callados, sus mujeres a escobazos
la policía, en silencio, sus mujeres están al lado...

Toni Oliver