jueves, 4 de noviembre de 2021

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 04/11/2021

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 04/11/2021

Acabo de leer un “meme”, de esos que ahora están de moda, la siguiente pregunta:
¿Qué ganaste cuando perdiste?

Parece paradójica la pregunta, pero... Yo voy a dar mi respuesta.

Me gusta la pregunta y te paso la respuesta:
Lo perdí todo, lo material se quedó en el camino, el simulacro de familia desapareció en el aire volatizado como el gas al estar libre, quedé con lo puesto, un saco de huesos con una piel que los aguantaba para que no se perdieran en cada paso por el camino de baches, podría seguir, pero más o menos una idea te puedes hacer...

¿Qué gané? Todo. La salud, dentro de los restos de las duras batallas, que iba en caída centrífuga como si fuese la espiral de un huracán, pero en un agujero negro donde el destino era totalmente incierto. Muchas cicatrices quedaron, pero... Aunque con el tiempo queden las marcas, tatuajes de las duras batallas, las heridas, por dentro, van sanando con el tiempo...

¿Quizás preguntes, y el dinero? La verdad, es la trampa que hunde al esclavo, convirtiendo sus cadenas, cada vez más pasadas, en el lastre que jamás le permitirá liberarse de la pesada carga. Las cosas materiales son simples eslabones de esa cadena que te ata, que además te amarra la mente al mismo lastre, la cual ya no piensa en liberarse, a sabiendas de que esa necesidad impera para seguir con el propio avance. 

Toni Oliver

Andalucía

Andalucía

Andalucía, tierra de fuego en la sangre, fuego que arde por dentro, como el buen vino de sus tierras, latifundios de unos pocos, para otros la miseria. Dirían las malas lenguas, quizás con razón, que inventaron el cante para calmar el hambre, ya que sus manos y sudor no daban para tanta boca hambrienta, mientras los señoritos, a caballo holgazaneando, luego montando fiestas, la tierra que nada les ha costado, y los que la espalda ahí se han dejado, en la cola de la beneficencia.

Toni Oliver

Entré por la puerta roja

Entré por la puerta roja

Entré por la puerta roja del infierno, terciopelo encarnado, como mi corazón que con fuerza estaba latiendo. Luces de colores, no, son las chiribitas en mis ojos que me alumbran entre parpadeos, lindas curvas sobre el horizonte, divisándose un desierto de cabezas con poco pelo, pero... Más allá, esa preciosidad, esos movimientos hipnotizantes, haciendo de una simple culebra una boa constrictor, cual anaconda abrazándome con sus brazos, entrecortándome la respiración...

Toni Oliver

Aparecí

Aparecí

Aparecí entre la jungla de la capital del Reino, Madrid, correteaban sobre las oscuras sendas las enormes fieras de cuatro ruedas, pestilentes sus perfumes, las hormigas, tituladas humanos, moviéndose de lado a lado llenas de prisas insolventes, en sus manos, piedra parlante y escuchante, monólogos al aire... Y yo, pueblerino asilvestrado, desde la campiña de la calma, imaginándome Tarzán de los monos, saltando de liana en liana entre los edificios, árboles, colindantes...

Toni Oliver