lunes, 23 de agosto de 2021

Te vi, te abracé

Te vi, te abracé

Te vi, te abracé
ilusión, esperanza 
tu pecho contra el mío
manos y brazos por las espaldas.

Intenté apretar
había un cuerpo y nada
un ser vacío
para acabar abrazando mi pecho.

Cuanto más apretaba
más lejos te hallabas
mente ausente en algún lugar de la galaxia
pero aquí, en la Tierra, en mis brazos, nada.

¿Dónde fue lo que antes había? 
En ese cuerpo, lo que transmitía
esa sonrisa que enamoraba
esa energía que recargabas.

Resumiendo en pocas palabras
en ese cuerpo había vida
ahora muerto, aunque anda
hasta incluso, parece que respira.

Toni Oliver

Mira esa lluvia

Mira esa lluvia

Mira esa lluvia
mira como cae
sal afuera, siéntela
como si fuera agua bendita
que purifica todos los males
limpiando esas lágrimas
que desde el infinito afloran
dejando surcos, como los ríos
marcando la piel y el alma
quedando como las piedras del lecho
lisas, pulidas, sin cantos que dañan.

Deja que esa misma lluvia
sea la que pula tu rostro, tu alma
agua de otoño que aviva la vida
tras el desierto 
de las tórridas noches del verano
quedando sólo polvo sin paja
por esa tierra árida
que hasta el respirar gasta.

Mira esa lluvia, junto al mar 
viendo como se juntan las aguas
el dulce, la sal, un festival
de ires y devenires
como esas olas que rompen en las rocas
volviéndose al mismo mar 
con toda su esencia intacta.

Respírala, como al néctar de las flores
siéntete colibrí hincando tu pico
en lo más sabroso y su esencia
ingrávido revoloteo
sin gravedad aparente
ese jugo de la vida que paladeas
tras la gran tormenta
perfume a tierra mojada
que todo lo alimenta.

Toni Oliver

Desde la infinidad del universo

Desde la infinidad del universo

Desde la infinidad del universo
apareciste, como por arte de magia
con tu vestido rojo
arrastrado por los suelos
semi-flotando para que no se gastara.

En tus manos
una negra vela, humeante, sin llama
eslabones etéreos formando
mientras con ellos vas encadenando
a quien osa mirarte la cara.

Se inclinan las estrellas
sonriendo ante tus labios
por si se pierde algún beso
ponerlo a buen recaudo
no sea que se pierda 
en la inmensidad de la nada.

Ondulante ese pelo
cual cola de cometa
a su paso por el cielo
chisporroteando cuando te acercas
en la piel dejando tu huella.

Prominentes, dos montañas
para escalarlas haga frío o calor
en ellas se pierde la mirada
aumentando el deseo de alcanzarlas
como reto de vida y esperanza.

Dos columnas
las de Hércules pequeñas eran
vistas desde los suelos
llegan hasta el cielo
la divinidad alcanzan.

Un perfume embriagador
recorre hasta los pulmones
con tal embriaguez
que en mis pupilas te llevo grabada
y ese perfume se graba en el alma.

Toni Oliver