domingo, 9 de abril de 2023

Vi el brillar de tu rostro

Vi el brillar de tu rostro

Vi el brillar de tu rostro
de esos dos oscuros ojos adornado
que mi corazón, recién arreglado
tras pasar por el taller de corazones rotos
empezó a latir alocado
sin ton ni son como un loco
pensé que estaba equivocado
pero al mirarte de nuevo
acompañé esos latidos
loco ya me había vuelto
decían que para encerrarme en el manicomio.

Lo hicieron, me encerraron
ahí estábamos mi corazón y yo
no, no había tristeza, no me la dejaron
sino la alegría de un loco
con su corazón alocado
soñando con el brillo de tu rostro 
y esos ojos oscuros que lo van adornando
de día, de noche, en sueños
siempre risueño, como los locos
sin remedio encerrado me dejaron
no sea que contagie la locura al mundo
como una incontrolable epidemia, yo, ya mudo
escribiendo versos con o sin sentido.
¿Qué importa eso?
Es lo que siento
mi corazón me va acompañando
como un metrónomo
de vez en cuando cambiando de paso
el son de la brisa, o el viento
del relámpago, el trueno
que calientan los sentimientos
como las llamas del fuego.

Toni Oliver

¿Oiga, es ese el taller de corazones?

¿Oiga, es ese el taller de corazones?

¿Oiga, es ese el taller de corazones?
Sí, ¿Qué quiere usted?
Pues mire usted, tengo el mío lleno de remiendos, roto mil veces con mil amores fracasados, otros que ni siquiera han empezado, y otras que, simplemente, me he inventado. En este último caso, con caída al precipicio en vuelo silente y estrellado. 

Sí, lo tengo en mil pedazos, los remiendos ya no le aguantan, se lo dejo para que coloque todos los trozos en su sitio, que por más que lo intento siempre los dejo descolocados, de paso, saque los golpes, que muchos lleva, un poco de pasta, un pulido y un poco de pintura para que nuevo parezca, pues ahora ya no tiene ni forma, aunque siente como si estuviera nuevo, con el rescoldo de las heridas mal curadas, también tiene ganas de seguir latiendo, pero le falta algo que le empuje a hacerlo, ese puntito de ilusión, de esa que llega cuando menos la esperas, y te acompaña al infinito sin darte cuenta, viviendo como en un cuento de hadas, del mundo desconectas, haciendo un mundo nuevo donde todo lo demás no interesa, pero que ese sentir vuelva como cuando joven era, donde todo era interés por aprender, más y más, sin importar lo que sea, pero siempre viviendo sin importar nada más que el simple instante en que uno lo vive, y si se vuelve a golpear o estropear, partirse en mil pedazos, volveré de nuevo para que lo recomponga, si no late con pasión uno muere, aunque la sangre por las venas corra.

Déjelo aquí, a buen recaudo, échese una buena siesta, mientras, cierre esos ojos e imagina que sigue latiendo con fuerza, cuando despierte, lo encontrará en su sitio, con muchas ganas, son golpes aparentes, los cachitos en su sitio, y sí, lo sé, tengo mucho trabajo, está bastante escacharrado, pero imposible no es, incluso lo dejaré un rato bajo las estrellas, que de ellas de energía se cargue, y de la luna que de poesía lo llena, para que cuando a su sitio vuelva, rezuma alegría, amor, felicidad y belleza.

Caí en la cama para echarme la siesta, una eternidad el tiempo de espera, pero me despertó, como un motor, el corazón latiendo con mucha fuerza. Me miré al espejo, mi rostro brillaba, al igual que los ojos y la sonrisa que acompañaba.

A su lado, el del corazón, un a nota: De locura en locura no pares, los cuerdos mueren en la espera, los locos, viven la vida como si estuvieran de permanente juega, quizás pobres en la cartera, pero felices siendo la envidia de la cordura, esa aburrida que no se atreve a vivir por el miedo a perder o, por el que dirán, no se vaya a perder la reputación de persona cuerda.

Toni Oliver

Si las piedras hablaran

Si las piedras hablaran

Si las piedras hablaran
con su diálogo silente
un mundo sin palabras
miles de años viendo la historia
sintiéndola en carnes petrificadas
testigos de odios y amores
de sangre en mil batallas
de testigos en las silentes murallas
sufriendo los embates de las guerras
de los vientos, las tormentas
del sol ardiente del verano
del frío en los vientos del norte
su seguridad con los huracanes
o esos tornados destructores.

Esas historias de amor
escondidas entre sus sombras
en las mismas sombras la sangre derramada
por gentes violentas de mentes cerradas
también en sus sombras
esos descubrimientos que la naturaleza ofrece
tras la observación evidente
de los avatares cotidianos.

Cuantas historias nos contarías
contradiciendo los libros de historia
reyes de la farsa y la mentira
contando un cuento jamás sucedido
dado por bueno por el escribiente
bajo las órdenes del orgullo
o de los egos fracasados
buscando ser alabados
por quienes sus mentiras han creído.

Si las piedras hablaran
desaparecerían muchos misterios 
hasta los cuentos vendidos por verdades
incluso desmintiendo esos dioses inventados
inculcando miedo a las gentes 
para así mejor controlarlos
vendiendo soluciones falsas
por generaciones interminables
dando por buenos los cuentos
esos que jamás han existido...

Toni Oliver