viernes, 3 de junio de 2022

En este San Juan

En este San Juan

En este San Juan
saquen todo, de sus casas, de sus mentes
sólo dejen ese algo casi inexistente
llamémosle amor, respeto y pasión
todo lo demás alas llamas.

Dejemos nuestros cuerpos
también nuestras almas
desnudos al universo
donde no quepa la mentira ni la farsa
ni el poder de ser más que otros.

Seamos todos millonarios
para desterrar a los amos y esclavos
eduquemos nuestra mente
no para obedecer al jefe
sino para ser libres y pensar diferente.

En ese San Juan
mira como se eleva a los cielos el humo
tantas cosas malvadas
otras inútiles que nos carcomen
cuando se apaguen las llamas...

Tira las cenizas al viento
para que vuelen lejos
no queden ni los restos
de nuestros males pasados
aunque tengamos un futuro incierto.

Que más vale crear ese futuro
inventarnos ese mundo nuevo
repito, donde quede el amor y el respeto
mentiras y farsas desaparezcan por completo
que las palabras tengan valor, pero no precio.

Toni Oliver

Aquelarre

Aquelarre

Aquelarre por San Isidro
como madera, los libros
la señora bonita sin cerebro
ese que perdió vendido a don Dinero
dejándole una lengua viperina
llena de falaces palabras.

En todos los barrios
encendió enormes fuegos
con todos los libros recolectados
para que la inteligencia se volviera humo
la historia sin pasado
que de ella no quede ni rastro.

Danza la gente contenta
alrededor de las llamas
la botella de vino en la mano
la cerveza bien fresquita
por si se sienten acalorados
como carnaza de parrilla cerebros inutilizados.

No quieren gente inteligente
sino obedientes esclavos
que la loen a su paso
como la Reina de Saba a hombros
siendo sólo de feria una farsante
con la sonrisa en la falaz palabra.

Reina de la Villa y Corte
a su paso los esclavos
como viviente alfombra
donde se humedece y riega
con las aguas del canal de Isabel II.

Me recuerdan sus hazañas
a Fahrenheit cuatro, cinco, uno
los Bulldozer quemando las palabras
para que no quede rastro ninguno
de historias, pensamientos algunos
imponiendo la esclavitud del siglo veinte y uno.

Toni Oliver