martes, 6 de junio de 2023

Descendí a mis infiernos

Descendí a mis infiernos

Descendí a mis infiernos
mis ardientes sentimientos
la locura de mi pasión
mi pasión por el fuego
el fuego de todo color
mil colores, sin humo
la nubles de mi visión
el fuerte palpitar de mi corazón
entre las llamas de la sin razón.

No, no ardí entre las llamas del su fuego
alimenté ese fuego que llevo dentro
con los troncos de mi pasión
el acierto de mi decisión
aunque vaya en contra de toda razón
el cerebro y el corazón
condenados a vivir juntos
dos mundos opuestos
uno con el razonamiento
el otro con la pasión.

Ambos, caminos opuestos
un mismo destino
se consienten sin consenso
imposible llegar a un acuerdo
lo racional es un estorbo
la pasión no va con el cerebro
ninguno entiende al otro
ninguno quiere cambiar de opinión
para uno todo es blanco o negro
para el otro no importa el color...

Toni Oliver

De entre el viento

De entre el viento

De entre el viento
las ardientes arenas del desierto
bajo las vestimentas azules
del mismo color del cielo
dos ojos brillantes al descubierto
brillando como faros bajo el sol
rostro curtido, delicado
labios cuasi resecos
el agua del oasis buscando.

Tremenda raza del esfuerzo
supervivencia al máximo
reina del seco reino
al igual que tus hermanos
viajando como el Siroco
de uno a otro lado
entre flamas de fuego
en la noche el viento fresco
helado a ratos.

Tuaregs, nómadas
amplio corazón con el invitado
rechazo del traidor
de traiciones han batallado
tras los tiempos revueltos
por el poder del desierto
sin fronteras tras miles de años
ahora todo acuertelado
sobre el papel han pintado
como las arenas del desierto
con el viento van cambiando.

Entre la desesperación, tu rostro
por las azules telas semi oculto
el viento, el sol, filtrando
ese abrasar, el fuego
que cae del cielo
cada día sin compasión
en el viaje de uno a otro lado
sólo parando para el descanso...

Pintnura de Asunción González y Franck Sastre

Toni Oliver




Soplan furiosos

Soplan furiosos

Soplan furiosos los vientos
en las cabezas vacías
donde todo retruena
menos la razón y el sentido común.

Resuenan los ecos
de las falacias a mansalva
canción monótona
que repiten como un loro.

Loros que repiten ese eco 
sin pipas para llevarse al pico
que de tanto abrirlo se les caen
los ratones se ponen finos.

Les gusta lucir los colores
de su sangre derramada
los del oro que no tienen
como las cacatúas tras los brillos.

Brillos falsos
como los cristales picados
ampliados por los rayos
cuando te acercas han desaparecido.

Se cabrean los vientos
soplando entre los huecos
cada vez más escándalo
en nada se va quedando.

Del ruido se alimentan
alimento no les queda
se lo gastan con su ego
el falso profeta.

Toni Oliver