jueves, 17 de junio de 2021

66

66

A un número del del diablo
me recuerda las diabluras
que mi mente, un tanto rara
pero juvenil y con ganas
anda más joven 
que el cuerpo que la sostiene
renqueante a veces, pero todavía
listo para seguir adelante
aunque el ritmo sea diferente 
poco importa
lo que si vale es no pararse.

66, don números para juegos
para que trabaje la mente
sólo es darles la vuelta
y ya son diferentes
de valores numéricos
incluso imaginarios
todo depende de la picardía
y de juegos varios.

Uno más, uno menos
según se mire o se vea
uno más a la suma de vividos
uno menos para lo incierto
aún siendo cierto el destino
sin prisas para llegar a ello
queda mucho por delante
camino desconocido
no por ello no menos interesante
todo lo contrario
anhelante, ganas de seguir aprendiendo
lo que antes por falta de tiempo
dejamos para luego, ahora es ese luego
que del mañana nada sabemos.

Toni Oliver

Dónde ha ido

Donde ha ido

Donde ha ido
todo eso que no te has atrevido
a hacer cuando era tu deseo
aunque te ardían las ganas de hacerlo.

Te has parado a pensar
que hubiese sido con el aquel beso
que te guardaste en tus labios
por la indecisión del momento.

Te acuerdas de esa idea 
esa que parecía especial
en tu mente maravillosa 
que se perdió en el hueco da la nada.

O, de aquel tren que tenías que tomar
en la estación te quedaste mirando
con el billete en la mano
que no te atreviste a tomar.

Aquellas palabras
que tenías tan ensayadas
en tu mente grabadas
quedadas en tu boca callada.

De soltar aquel peso
que te llevaba años lastrando
tú, ya encorvado
lo seguiste llevando.

Todo por este miedo que te paraliza 
aunque tu mente de diga
adelante, camina 
tu, parado, inmóvil, la vida pasa.

I sí, todo esto ha ido
al mundo del caos 
carcomiéndote por momentos
con ese ¿Si lo hubiera hecho?

Y tú, todavía pensando
en cada momento esa indecisión
sigues sin reacción
y siempre con miedo.

Toni Oliver

A través de tu mirada

A través de tu mirada

A través de tu mirada
esos ojos negros
agujero oscuro
rumbo a lo desconocido
incomprensiblemente prohibido.

Ese mundo, en que la esencia
la de la muerte, la de la vida
hace que ese sentir del alma
aflore desde las tinieblas
luces no vistas con la vista
sino con el corazón sentidas
más allá de esas mariposas
que en las entrañas revolotean 
controlando las furias prístinas
usando la inteligencia
para que esa pasión descontrolada
la cumbre de la esencia descubra
donde pocos en su vida llegan.

Del desierto, su calor
a la nueve, su frío
desde las alturas a las profundidades del océano
de la nada al mismísimo todo
del cielo al mismísimo infierno
con sus inversas con el retorno
hasta volver a esa mirada
la de esos ojos negros
volviendo al principio
con más afán de descubrimiento...

Toni Oliver