miércoles, 18 de diciembre de 2019

Como cambia la vida

Como cambia la vida

Como cambia la vida
penas, angustias
un camino sin salida
te hundes en un lodazal
sin rendirte, pero sin fuerzas
la luz en oscuridad tornaba
una mano no identificada
del barro te saca.

Te miras, no te queda nada
sólo un camino por empezar
andando, paso a paso, todo queda atrás
sobre la piel, el sol calienta
ni ropa te queda, pero sientes el calor
sientes ese respirar, con calma, la vida
se van secando las lágrimas
esas que antaño te ahogaban.

Duros comienzos, ya sin carga
livianos los pasos, mejor se anda
aunque duelan las penas hasta en el alma
poco a poco la cabeza levantas
ves el camino, atrás no queda nada.

En una curva, en ese recoveco
un caballo de hierro
viéndote con los pies descalzos
te presta su silla, su montura
para cabalgar juntos hasta la locura

Te mira, sonríe, te ilumina la cara
ruge con fuerza, empieza la marcha
no es una simple máquina
es la sangre de tus venas
la música de sus entrañas
el viento en la cara
la lluvia, la arena
la tormenta, la calma.

Cambio tras cambio
pasa el tiempo, el corazón se calma
sigues avanzando por los caminos sin rumbo
sintiendo hasta el respirar
de las abejas que te acompañan.

Un día, algo extraño
sonreía, silbaba y cantaba
mientras con mi caballo navegaba
sobre el asfalto como agua
hasta solté una gran carcajada
años ha que esto no pasaba
todo había quedado en la ciénaga
en la que me hundía y me ahogaba.

Comprendí que la libertad recuperaba
esas dos ruedas me ayudaban
a las fuerzas canalizar
para recuperar mi alma.
Ese yo olvidado
ese niño perdido en el tiempo
abandonado en un lugar incierto
pero no se había ido
sólo en mis entrañas dormitaba.

Despertó ese niño
salvaje, pero viviendo con calma
dejando atrás todo lo que no importaba.
Gran lección de vida
aprendida con palos y lágrimas
volvió ese niño con más sabiduría y calma
despertando el sentir
de las pequeñas cosas que me acompañan.

Sigue pasando el tiempo
mil luchas, mil batallas
mas la sonrisa siempre me acompaña
sin prisas, sin pausas
se arruga la piel, duelen los andares
pero ahora el “niño” es quien manda
el que guía, el que disfruta
el que siente hasta el agua de la lluvia
aunque la piel vaya calando
se siente el frío, esas gotas que se deslizan por la cara.

Ese aire que entra en los pulmones
el amanecer, el alba
el olor a tierra mojada
o el rocío que se convierte en escarcha...

Toni Oliver