martes, 6 de enero de 2015

La espada clavada en la piedra

La espada clavada en la piedra

Guardaban los rayos la espada
en la piedra clavada
por mano de su dueño
hasta que otro con mérito
desclavarla osara.

Tormentas de rayos
sobre los osados descargaban
si el osado méritos no hallaba
los huesos de los que lo intentaron
decoraban su estado.

De entre los rayos llegó
un apuesto joven
más como ciego por la luz estaba
lo mismo una apuesta joven se hallaba.

Inocente y sin más
la espada de su puño agarró
sin esfuerzo alguno de la roca sacó
al tiempo que le brillo de su hoja
la tierra iluminó.

Con la espada empuñada
al cielo apuntó
los rayos sobre ella  se clavaron
la fuerza del universo
en él o ella quedó.

Toni Oliver

Esos ojos negros

Esos ojos negros

Esos ojos negros
que con esa mirada
a uno le atraviesan
te desnudan el alma
con esa hipnotizante mirada
a tu merced se quedan
sin importar a donde vayas.

Toni Oliver

Siento palpitar mi corazón

Siento palpitar mi corazón

Siento palpitar mi corazón
con una fuerza inesperada
del pecho parece salirse
como si me abandonara.

Sólo con sentir tu piel
junto a la mía pegada
todo mi cuerpo tiembla
de esa pasión encontrada.

Tu simple roce
esa sensación de cosquilleo
recorriendo todo el cuerpo
como si de un escalofrío se tratara.

Se desvanece mi cuerpo
toda resistencia aniquilada
juntar nuestros cuerpos
fundirlos en una pasión desenfrenada.

No importa si la noción del tiempo pierdo
ni si del resto del mundo desaparezco
poco me importa lo que nos sea ajeno
sólo tu y yo y nuestros sentimientos.

Sigue latiendo mi corazón
con esa inusual fuerza
que en ti entrar quiere
sin ti ya no tiene fuerza.

Toni Oliver

Una rosa fui a cortar

Una rosa fui a cortar

Una rosa fui a cortar
cuando las tijeras acerqué
unas gotas de rocío como lágrimas
de ella fueron cayendo
mientras del rosal entero
una fuente se formaba
al que le acompañaban
las lágrimas de sus compañeros
por los suelos corrían
formando un riachuelo.

Las tijeras de la rosa alejé
mi corazón se enterneció
mientras de mis ojos
mis lágrimas compañía hacían
a las del rosal y sus compañeros.

Toni Oliver