jueves, 30 de septiembre de 2021

Se le levantaba el vestido

Se le levantaba el vestido

Se le levantaba el vestido
al soplar del viento
nada se veía, nada se notaba
mas todo se intuía
como si no llevara nada
la imaginación loca
camisa de fuerza, manicomio
el grito de Tarzán 
saltando de liana en liana
la mona Chita se descojonaba
la Jenny lo miraba sonrojada
mientras le caía lo poco que llevaba.
De sus brazos, de árbol en árbol
hasta llegar a la cabaña
abajo, mirando toda la fauna
a dos locos entre la selva
que con taparrabos se tapan... 

Toni Oliver

Ya no se escucha

Ya no se escucha 

Ya no se escucha 
el cantar de los pájaros
ni al atardecer ni al alba 
ni en mi balcón ni mi ventana.

No se escucha el latido del poeta
al escribir un poema a su amada
acabando en la papelera 
bajo una estúpida mirada.

Ni siquiera el piropo
ahora llamado insulto
cuando eran del agrado de ambos
a veces hasta el principio de años juntos

Que los había con descaro
de poca gracia y mal agrado
no se discute el mal gusto
sino el impulso que desde el alma sale lanzado.

Ahora en mi ventana
chillidos a mansalva
no hay palabras tiernas como antaño
sólo hirientes berridos.

También bajo mi balcón
el ruido de los inventos humanos
rugiendo como ganado
juntado en una simple máquina.

Recuerdo, tiempo a esas tunas
de madrugada, bajo el balcón
intentando conseguir el amor
de quien te enamoraba.

Eso se queda en el olvido
los pájaros han despedido
al poeta exiliado
sus palabras al fuego tirado...

¿Qué nos queda de antaño?
De la ilusión de ese jovenzuelo
o esa mozuela con su sonrisa como diálogo
de ese palpitar del corazón enamorado...

Toni Oliver

Agradezco a la vida

Agradezco a la vida

Agradezco a la vida
los ratos malos y buenos
que en mis andares me ha dado
aunque llena de tropiezos
montañas casi inalcanzables
el vacío bajo los acantilados
esos ratos en que me saltaron las lágrimas
aunque de alegría efímera
que en mis adentros quedó grabada
incluso esas otras lágrimas
de punzante dolor a mis sentimientos
quedando con las manos vacías
volviendo a empezar de cero
un nuevo camino sin ni siquiera lo puesto.

Agradezco las fuerzas
para subir esas inalcanzables montañas
bajar a esos infinitos acantilados hacia el vacío
aunque a veces me he estrellado
he podido recomponer mi mente y cuerpo
si bien al mirar despacio
se ven las grietas de la unión
escritura para el recuerdo
con la tinta de la pasión
al olvidarme de la lógica y la razón
para entrar en el mundo de los sentimientos
tal como indica el corazón y su sin razón
que le dan vida a nuestros pasos
aunque acabemos como un mosquito aplastado
siguiendo, tras las lágrimas, con una sonrisa en los labios
mirando, aunque camine despacio, a un punto lejano
donde me lleva mi imaginación
devolviéndome la ilusión.

Toni Oliver