Pecio
Pecio, cementerio de hombres de mar
esos que salen a diario en busca de nuestro alimento.
Un día salió la barca en busca de buena pesca
llegó la tormenta o cualquier otra circunstancia
no aguantó tu cuerpo, ese casco de madera
de hierro o cualquier otro elemento
posándose en los fondos de la mar para la eternidad.
Mar que lo mismo que alimenta
las vidas y los barcos se lleva a sus entrañas
avisando que con ella no se juega
si quieres estar con ella, la respetas
poco te pide, cuidala.
En el puerto la gente rumorea
el barco no llega
las esperanzas poco a poco se desvanecen
esperando algún indicio de vuelta
la familia inquieta.
Los marinos con su tez morena
palidecen sabiendo a cosa cierta
lo peligrosa que es la mar
cuando la tormenta arrecia
tienen que salir en su búsqueda...
Nerviosismo por dentro
sangre fría en las venas
sin esa sangre uno no se arriesga
sabe el peligro que conlleva
el corazón dice sal en su búsqueda
el cerebro primero piensa
analiza, luego iza las velas.
Allá en el fondo, la verdad
posando bajo las agua
sin retorno, tumba abierta
moviéndose al son de las olas
los días de mar de fondo
como si fueran simples algas
los días de calma viendo la vida
que en sus entrañas resurge
se instala, vida nueva
muchos misterios, pocas certezas.
Toni Oliver
Pintura de José Adalid Cochón