sábado, 31 de diciembre de 2022

Robaron las campanadas

Robaron las campanadas

Robaron las campanadas
reunidos el silencio y la algarabía 
hartos de ver la gente borracha
por la calle alocada
en la casa despotricando contra la cuñada
el hermano, el vecino, la suegra, etc.

Decidieron robar las campanadas
la algarabía se encargaba
de que la gente gritara
como si poseída estuviera 
el silencio se apoderó del badajo que las sonaba.

Llegó la hora
no sonaba nada
en la mano las uvas
los chillidos aumentaban
el silencio el badajo aguantaba.

Pasó la hora
la gente desconcertada
preguntándose cabreada
porqué no sonaron las campanas
en la mano una botella de cava.

Y las uvas...
En la mano seguían
en su desconcierto nada entendían
la gente se marchaba
vaciando la botella que en la mano llevaban.

Ya, las plazas vacías
el silencio y la algarabía 
ganas de juerga tenían
ya la gente callada
repicaron las campanas.

Desesperadas
sonaron horas y horas
la gente dormir deseaba
entre el desvelo y la mona
más y más se cabreaba...

Las campanas no se callaban...

Toni Oliver

Me gustaría desearte

Me gustaría desearte 

Me gustaría desearte
¡Feliz Año Nuevo!
Pero no, no lo voy a hacer
esto está anticuado
son cosas del sistema, desfasados.

Ahora, eso sí, te deseo 
¡Feliz cada segundo!
Los de tu vida
que los sientas desde al alma
que el corazón por ellos lata.

Que cada uno de ellos
sea mejor que el anterior
dejándolo en evidencia
de que si bien es de transición
podría haberse esmerado
con un poco más de pasión.

Que cada segundo
esos que por pequeños ignoramos
no pase desapercibido
que nos deje siempre marcado
como si fuera a fuego
ese aprendizaje, ese sentir
ese saber he no ha sido en vano.

Ese que cada momento
si lo recordamos
nos arranque una sonrisa
y si hubiese alguna pena...
La olvidamos.

¡Feliz cada segundo!

Toni Oliver