martes, 28 de julio de 2020

Escuché tu voz

Escuché tu voz

Escuché tu voz
sonó a celeste melodía
tocada por la mejor orquesta
llevándome a pasados tiempos
donde vibraba mi cuerpo
como de la guitarra las cuerdas.

Sonaban las notas
a fuego en la piel se grababan
las mariposas revoloteaban
erizando el vello mientras pasaban
un ejército de soldados por ti formaban
reverenciando tus pasos, armonía.

En la mente tus pisadas
por el mejor cincel grabadas
tu garbo, el artista
en el corazón esculpía
sabiendo que no se olvidarían
por mucho pasar de la vida.

Mira, observa
ese lienzo en blanco
saca esa artista
encerrada en tu alma
con tu arte haz tu obra
que perdure en el tiempo tu pintura.

Los pinceles te esperan
con mimo guardados en un arca
esperando que quien los ama 
los saque con sus palabras
como por arte de la mejor magia.
¡Venga, te esperan las hadas!

Toni Oliver

Apareciste

Apareciste

Apareciste de la nada
entre piedras y arena
esparcidos por la playa
grandes restos de madera.

Tú, ahí estabas
altiva, bella
mi vista cansada
mi carne agotada.

Tus ojos brillaban
al sol acompañaban
dos rayos se cruzaban
tus ojos y el sol que calentaba.

Tu luz en la noche se fundía
desapareciendo al son de las olas
en el cielo la luna
en la arena agua.

Recuperé mis fuerzas
tu imagen esculpí de viejas maderas
ya gastadas, naufragadas
recuperaste tu mirada.

Mascarón de proa
de mi nave gallarda
tu belleza siempre primera
acariciando las olas.

Enfrentándote a las tormentas
brozo estirado, sonrisa puesta
desafiando la furia
entre rayos y centellas.

Días de mar en calma
los delfines te besan
como si fueras la reina
de ese mundo de mar salada.

Toni Oliver