sábado, 8 de febrero de 2020

Cumbres blancas, nevadas

Cumbres blancas, nevadas

Cumbres blancas, nevadas
sobe la hierba escarcha al alba
carámbanos colgados de las tejas
hojas blancas.

Huele a café sobre las llamas
sobre la mesa la hogaza
manos temblorosas con su navaja
laminando un buen queso de cabra.

Se acuestan las estrellas
bajo el manto de la nieve blanca
se resiste la luna llena
buscando un beso del sol anda.

Rumian las bestias la paja
desde el verano guardada
humo blanco en sus bocas
el frío ataca.

El lucero allá arriba
abajo los cencerros repican
balan las ovejas
rayos de sol las calientan.

Saboreando el café de la taza
el azúcar endulzando la negra agua
en la chimenea las llamas
rayos de sol por la ventana.

Toni Oliver

Viejo y destartalado bar

Viejo y destartalado bar

Viejo y destartalado bar
barra sucia de cervezas vacías
rancio caldo pegajoso como pega
visillos en los cristales, sin limpieza.

Tenue luz, vacías las penumbras
de un acordeón rancia música
cante desafinado, voz rota
humo de los cigarros, fresco de rosas.

En la mente, pensares, tristezas
rotas carcajadas, como proezas
ardiente líquido en la boca entra
todo a alcohol apesta.

Unas notas melancólicas
hacen saltar alguna lágrima
de un pasado añoranzas
de un presente, nada.

Voces rotas de fútbol hablan
discusiones sin decir nada
sube el tono nada se escucha
sólo ruido y malas palabras.

Otros jugando a cartas
solitarios haciendo trampas
o se gana, o se gana
nunca se pierde la batalla.

Un sonido tosco, ruido de vajilla
en el suelo todo hecho migas
camarero por tierra
sangre roja de sus venas.

Estropicio, silencio, calma
todos con una sola mirada
segundos más tarde, no ha pasado nada
del camarero nadie habla.

Toni Oliver

Como un pececito a rayas

Como un pececito a rayas

Como un pececito a rayas
nadando en medio de la alameda
la hojarasca simulando las algas
la brisa las lleva y las menea.

Bailando al son de las olas
meciéndote al son de la música
bajo el canto del jilguero
tu pelo, la batuta.

Brillan tus ojos
bajo las tupidas ramas
esa sonrisa que me cautiva
me rindo ante tu mirada.

Tus rayas
hipnóticamente se mueven
entre burbujas efervescentes
arrastrando mi corazón a tu cueva dorada.

Se fundes tus colores
con las ondulantes aletas
de los peces manta
y el pez payaso que te arranca la sonrisa.

Desapareces entre el vaivén las las algas
perdida como en un campo de alto trigo
buscando de nuevo tu sonrisa ando perdido
ciego ya en la oscura noche de Neptuno...

Toni Oliver