sábado, 21 de octubre de 2017

Cayó ya en tus dedos

Cayó ya en tus dedos

Cayó ya en tus dedos la rebelde pluma
rendida al escuchar el latir de tu corazón
deseando ser acariciada por tus tiernos dedos
y así volver a coger altos vuelos
perdidos hace tiempo
por el dolor de las llagas
de ese destino incierto.

Toni Oliver

Vuela el colibrí

Vuela el colibrí

Vuela el colibrí
sin gravedad aparente
pero vuela, vuela, vuela.

Grabado en tu cuerpo
en voladora te convierte
ya sin gravedad aparente
remontas el vuelo
se siente, se siente.

Se siente el resurgir de las cenizas
como el Ave Fénix, con más fuerzas
lucha contra los diablos
los de tu cabeza.

En el suelo quedaron las cadenas
también las cuerdas
las pesadas bolas
que te sujetaban a la tierra.

Vuela colibrí
bebe de la fuente de las flores
de la fuente de la vida
del río del sentir de los sentires.

Bebe de la misma catarata
sin que te arrastre el caer del agua
ni el lastre de tus propias lágrimas.

Vuela libre como el viento
tu controlas el rumbo
tus piruetas, tu propio desconcierto
dirigiendo el propio concierto
con el aletear de tus alas
con la fuerza de un volcán inmenso
el estruendo del trueno
removiendo los suelos
como la vida de un terremoto
con esa suavidad de la seda
al rozar la piel, la que llevas grabada
ese colibrí inmenso.

Toni Oliver