viernes, 17 de marzo de 2023

En sueños

En sueños

En sueños
Ángel caído dentro de mi imaginación
entre los despertares en la nada
apareces como la imagen de Venus
de piedra muy fina, bien tratada.

Perdiéndome entre esa cálida textura
el placer de acariciarla
como sin o tase la vibración
de esa piel tan bien cuidada
curvas, pensamientos, la imaginación baila.

El baile del incierto
de lo que se imagina y lo cierto
el corazón se vuelve alocado
el cuerpo fuego
todo en llamas, un infierno.

El infierno prohibido
ese de los bajos deseos
que son los más altos
que se dejen de cuentos
con ellos me quedo.

Me quedo un ese mundo
de lo prohibido con castigo
cuando lo pruebas es un premio
por salirte del marcado camino
ahí vamos los locos cuerdos.

Toni Oliver

Hoy las musas

Hoy las musas

Hoy las musas me han pedido un poco de descanso, pero tras un rato de asueto me han pedido que les cuente un cuento, como si fueran las batallitas del abuelo. Como puedo negarme a eso si alimentan todos los días mis pensamientos.
¿Os acordáis, cuando aún no había nacido que nacer no quería, al final acabé saliendo? Sin acordarme de ello, lo iba contando por la vida, y tras muchos años me enteré de que era cierto.
¿Os acordáis también, siendo también muy chico, yendo en ese coche con carrocería de madera, el patinazo que dimos y se desmontó todo el vehículo? Recuerdo yo de tal día esas manos misteriosas que me sujetaron entre tantas vueltas sin que los golpes del vuelco me afectaran, cosas de antaño, se  puso el coche en su posición correcta, todos los trozos del mismo dentro y nosotros encima y continuamos el camino... Sólo un susto, antesala de lo que sería mi vida.

El principio de trabajar en las cocinas, empezar el día con una buena explosión de gas, saltando la cocina por los aires, con resultado de un chamuscado de pelos y cejas... El susto no me lo quitó nadie. Creo que ahí ya querían entrenar mi corazón para que fuera lo suficientemente fuerte para aguantar el resto de mi vida.

En mis viajes subacuáticos, a 300 metros bajo el agua se rompen los timones bajando y bajando hasta que se escuchaba como se retorcía el submarino, el buen hacer de los compañeros y la magia que nos ayudó a que se parase la interminable inmersión hizo que se quedara estabilizado, subiendo a la superficie de nuevo, todos sanos y salvos, más blancos que el mejor lavado del inmejorable detergente de aquellos tiempos... Llegó la ballena misteriosa e invisible y nos subió a la superficie.

Seguimos con las explosiones en viajes subacuáticos a gran profundidad. A medio metro de mi explota una bengala de señales marinas reventando la puerta de 25 mm del exterior, un cable me golpeó, por la explosión las piernas, suerte que las llevaba cubiertas con una gruesa funda, que quedó cortada. Los nomos de las profundidades marinas le restaron fuerza.

O ese autobús, que por esquivar un coche que se empotró en el en una curva quedando colgado al borde del precipicio, lleno de cables de alta tensión, 85 personas a bordo, con toda la calma posible pudimos salir del autobús, mientras se balanceaba, los nomos del bosque lo aguantaban, seguro. No tanta suerte los del coche, tres cuerpos reventados por el golpe.

Un día yendo en moto, veo un coche que hacía un stop estupendo, la intuición me decía, “a que sale cuando pases”, dicho y hecho, sale el coche todo lanzado, que nadie me pregunte como, pero salte de la moto, me levanté del suelo y la moto seguía arrastrándose por los suelos más de cien metros del impacto. Del susto ni hablo, al día siguiente mi corazón seguía disparado, la moto para el chatarrero.

Más explosiones de gas con los mismos efectos que en la primera o un gran infarto donde se quedó un tercio del corazón... Tantas veces la Parca viniéndome a verme, nos echamos una partida, y  a seguir viviendo.

Me preguntáis por mi calma, ahí os he dejado unos ejemplos.

Podría poner más, pero por hoy ya basta... Vámonos, señoras musas a la cama, que por hoy ya hay bastante cuento.

Toni Oliver

Vi volar mi mente

Vi volar mi mente

Vi volar mi mente
tan abstracta ella
volando en mis afueras
como si fuera un águila.

Por un momento nada entendía
que cosas más raras
mil preguntas me hacía
mi mente, desde fuera, me ignoraba.

Buscaba respuestas
a tantas cosas incomprendidas
y mi mente afuera planeaba
como si no fuera mía.

De vez en cuando me miraba
con su burlesca sonrisa
como diciendo, pues mira
el tiempo es quien te da la respuesta.

Me irritaba verla ahí tan pancha
vagando entre el todo y la nada
ella disfrutaba y yo... Nada entendía 
quizás no fueran las preguntas correctas.

Los años pasaban
las arrugas llegaban
los pasos se acortaban
incluso de un bastón me ayudaba.

Empecé a entender muchas preguntas
de las que antes me hacía
y respuesta no obtenía
el tiempo a palos te las enseña.

Toda una vida
para entender algo que importa 
no hay más momento que el de ahora
para hacer lo que quieras
lo demás poco importa.

Toni Oliver

Y me fui de compra

Y me fui de compra

Y me fui de compra
cual día cotidiano
tras ver la nevera vacía
el estómago haciendo eco 
tan sólo con mirarlo.

Entré en la tienda
se me hincharon las pupilas
desorbitaron los  ojos
pensaba que me había equivocado
que en una joyería de lujo había entrado.

Los tomates a precio de diamante
las lechugas a precio de oro de Marte
las cebollas a precio de pulsera de platino
las patatas, mejor ya ni lo digo
y... Los bistecs hace poco iban más baratos.

Me encontré en las estantería
con la ambición del dinero
el egoísmo de unos cuantos
la acaparación de los más adinerados
al pasar por caja, la burla hacia los desamparados.

No, no me refiero a los empleados
esos bastante tienen con mantener su puesto y sueldo
me refiero a esos que al que produce no le pagan
al que transporta le mangonean
y ellos ponen los precios de nave espacial.

A dónde vamos Pueblo
que en casa todos callados
en el bar con la copa en la mano nos quejamos
cuando salimos, lo hacemos cabizbajos
ni pío soltamos, no sea que nos tapen la boca de un guantazo.

Toni Oliver