lunes, 8 de mayo de 2023

Se cruzaron dos miradas

Se cruzaron dos miradas

Se cruzaron dos miradas
dos cuerpos, dos sonrisas
allá en el inframundo de las cavernas
donde todo se olvida
también todo se recuerda
en ese mundo de oscuridad
de luz oscura, como la violeta
se recuerdan las siluetas
como se mueven al son de las rosas
sin ver los pinchos que llevan
no hay rosa sin espinas
y más si en el rosal se encuentran.

Allá, en ese mundo olvidado de la humanidad
esa piensa que vive la tristeza
cuan errada su imaginación sin pruebas
si pudieran sentir un poco de piedad
bajarían a los suburbios de las cuevas
sorprendidos se darían cuenta
que como en Sacromonte todo es juerga
aunque se envuelva con la miseria
sin dar valor a esas miradas
a esos cuerpos, esas sonrisas
incluso con un toque de palmas
al son de las fantásticas guitarras
cuyos dedos de quienes los tocan enervan
el sentimiento, la pasión, el alma.

Toni Oliver

De los deshechos encontrados

De los deshechos encontrados

De los deshechos encontrados
en esos cajones del olvido
entre tanto espacio infinito
de tiempo y nudos quebradizos...

Sobre el lienzo, ese gran invento
donde se plasma la locura del cerebro
la locura del artista gráfico
quizás algunos le ven poco entendimiento.

Enhebrando hilos inconexos 
con botones de deshecho
agujas sin agujero
evaporado en lo oscuro.

Una rara cara ha aparecido
con ojos de velocímetro 
nariz de palo de acero
boca de tela de saco viejo.

De las pinzas aparecieron sus restos
olvidando esos muelles viejos
que sus componentes tenían presos
ahora, como las pestañas de al lado, desaparecieron.

Al rato de estar mirando
absorto en tus pensamientos
una sonrisa de esa tela de saco
va apareciendo, la tuya contagiando.

Va tomando forma el rostro
como el de Alicia tras el espejo
de hojalata el muñeco
imaginando su secreto...

Toni Oliver

Se ve ese halo

Se ve ese halo

Se ve ese halo de amor
como el humo del fuego
que sale de esos dos cuerpos
de esos ardientes leños
que al acercarse han ardido
sin llama aparente que lo haya provocado.

Quizás una mirada al vacío
que tan vacío no estaba, pero se cruzaron
las miradas de esos cuatro ojos
si antes ciegos, ahora cegados
por la fuerte luz de ambos
sin estorbos entre ellos.

Se derribaron los inexistentes muros
impuestos en la mente en algún momento
ahora, ya con todo el tiempo
aunque prisas vayan entrando
ni es el momento para ir corriendo
sin saber a donde dirigen los pasos.

Y sí, se ve ese halo
que de labios a labios se va transmitiendo
podrían ser las nubes, pero es un caudaloso río
lleno de gotas de pasión y fuego
en las cataratas, ese gran salto
aventura, quizás con algo de miedo
acabando en ese gran lago
donde la calma es sólo un intermedio.

Toni Oliver

Han desaparecido mis musas

Han desaparecido mis musas

Han desaparecido mis musas
agobiadas por el calor 
de un verano no llegado
oficialmente, todavía inexistente
hacia un lugar más calmado
o, quien sabe, si más ajetreado
al no soportar los vaivenes de mi mente
los de mi pluma que con el viento va volando
o el perfume de mi olor ya a viejo...

Y yo, ahora embarcado en un tren hacia ningún lado
en constante movimiento, sin parada alguna
dentro, el vacío completo si no fuera por mi presencia
su música constante de el hierro sobre el hierro
loa paisajes que pasan tras los cristales 
completamente negros, opacos
los palos del telégrafo, silentes van pasando
las nubes, invisibles, sobre fondo blanco
dentro, sin asientos, como si el vagón fuera de ganado.

Suena el pito del tren
interminable estruendo
que se mete en mi cerebro
al romper la monotonía de los raíles
y esas ruedas de hierro que los acarician
hasta que vuelve el silencio
la rutina de cada segundo y ese traca traca
incesante desde que la salida ha tomado
la velocidad parece que va aflojando...

De repente, sin previo aviso
el gran descalabro
como si se precipitara al vacío 
por los demás vagones arrastrado
dando vueltas y más vueltas
yo, ahí a dentro como en una coctelera
de pared a pared chocando
sin saber ya que pared o techo me ha tocado...
El despertador me ha salvado.

Toni Oliver