Del cielo rosas van cayendo

Del cielo rosas van cayendo
cual fugaces estrellas fueran
rosas que su perfume en mi piel impregnan
rosas que con su belleza me deleitan.

Mi desnuda piel de ellas se cubre
su hermosura me se me pega
poco a poco me transmiten su belleza
esa que solo dura mientras duren ellas.

Paraíso de rosas
ante mi todas os tengo
a mis pies y por todo el  cuerpo
paraíso de rosas lo que veo.

Rosas siento y huelo
maravilloso mundo en el que me encuentro
mundo que de el disfruto
y como con las espinas siento duelo.

Más burros que los burros somos

Más burros que los burros somos, esa piedra que en el camino siempre encontramos, esa piedra que cariño ya le tomamos, esa en la que siempre tropezamos... ¿Hasta cuando más burros que los burros seremos?
Y que me perdonen los burros con pedigrí.

Vamos de miseria y sus consecuencias

Vamos de miseria y sus consecuencias

Al ser los ricos más ricos y estos ser los creadores de la gran miseria hacen que se genere una reacción paralela en donde aumenta el fanatismo religioso en cualquiera de las relaciones existentes.

Claro está, ese fanatismo es necesario, pues es una forma de controlar al pueblo por esos mandatarios no elegidos que pero que controlan el poder elegido, fanatismo religioso fomentado por la ignorancia implantada por esos mismos poderes de facto causando otro efecto secundario buscado, el aborregamiento del pueblo en favor de los poderes fácticos antes mencionados.

No interesa un pueblo culto, no interesa un pueblo que esté al día con los nuevos pensamientos, no interesa un pueblo que se pueda sublevar para sobrevivir a los abusos de ese poder.

Solo interesa el aborregamiento.

¿Como se consigue esto? Pues mal usando, o usando a su favor, todas las nuevas tecnologías. Esas en sí son una herramienta perfecta de conocimiento, pero usada deliberadamente por esas mentes enfermas, mentes que sólo piensan en la acumulación de dinero y bienes y en competencia con sus semejantes a ver quien tiene más y consigue mejor situación en el ranking de RICOS, entonces es un arma de destrucción masiva, un arma que destruye las mentes, destruye las ganas de vivir, destruye el interés por algo nuevo, por el aprender, por el sobresalir y conocer ciertas verdades que esos poderes nos ocultan, etc.

Todo lo que conseguimos para nuestro bien esos fácticos poderes lo revierten en usarlo para su bien en detrimento del bien de los demás, pero con la particularidad de que nos convencen de que es para nuestro bien, valga la paradoja.

El capital humano...

El capital humano es de lo último que te pueden despojar, solo la muerte te lo elimina.

Cuanto más ricos son los ricos....

Cuanto más ricos son los ricos más pobres son los pobres y más pobres hay.

Y como dato curioso, la miseria no la causan los pobres, sino los ricos con sus grandes ambiciones, su egoísmo y sus ansias de poder sobre el resto de seres humanos.

Las instrucciones de la vida...

Las instrucciones de la vida se aprenden a cada paso, la misma vida te las va proporcionando en su momento.

Qué más quiero....

Qué más quiero...


Que me falta me preguntas
en el fondo nada,
de todo tengo
sólo lo que necesito
más no quiero.

Riquezas para qué
pequeñeces mejor son
de ellas se disfruta siempre
esas que en todos lados las tienes
acumularlas falta no hace.

El tiempo te las raciona
justa medida te proporciona
justo uso de ellas haces
con ellas la felicidad nace.

Que más quiero si de todo tengo
amor y cariño
ese abrazo tierno
ese beso en su momento
ese te quiero sincero.

Riquezas para qué
encerrarlas no veo bien
disfrutar está bien
más mejor si con todos es
disfrutemos todos pues.