viernes, 23 de octubre de 2020

Entré en el letargo

Entré en el letargo

Entré en el letargo
de un sueño soñado
rezumaba amor
por todos lados costados
me sentía amado.

Seguía en ese sueño
había perdido la noción del tiempo
para no existía más mundo
que ese que estaba soñando
todo era bueno, bello.

Que no tenga fin estaba pensando
no quiero despertar de ese mundo alocado
donde la razón no tiene puesto
en ese raro mercado
sólo el corazón está autorizado.

Una explosión en algún lado
se me abrieron los párpados
el mundo estaba destrozado
de mis sueños nada ha quedado.
¿Qué ha pasado?

Me he despertado
de donde me quería haber quedado
trampa mortal del sueño
que cuando menos lo piensas te va engañando...
¿O sólo era una ilusión en la que estaba fantaseando?

Ya con los ojos abiertos
imágenes de los recuerdos
burlándose de mis maltrechos
yo con una sonrisa en los labios
mis ojos... Brillando.

Toni Oliver

Adentrándome

Adentrándome

Adentrándome en el bosque mágico
el follaje caduco volando
de forma armónica, melódica
como las notas de música
que en doquier se escucha 
entre los rayos de sol y la ventisca.

Libélulas revoloteando a la vera
del arroyo con sus aguas
sobre una hoja las hormigas
viajando de gorra hasta llegar a la orilla
la cigarra con la chicharra
compitiendo con el sonido de las aguas.

Un raro mono, melena y barba larga
violín en sus manos
saltando de rama en rama
por todos lados suenan sus notas
el jilguero le acompaña 
aplauden hasta las ranas.

Un raro piano
teclas de blanca piedra
algunas de ébano
tocado por los duendes del pantano
a falta de dedos, muy enanos
tocan las teclas a saltos.

Unas  mariposas arriesgadas
de bellos colores manchadas
en cada nota una hada
a su lado las luciérnagas
como grandes antorchas aladas
así hasta el alba.

Silentes entre las ramas
los rayos de sol alcanzan
la roja hojarasca
en el suelo posada
sólo por el viento movidas
en sus escarceos con la cascada.

Toni Oliver