lunes, 15 de diciembre de 2014

Y levantó lentamente el vuelo

Y levantó lentamente el vuelo

Y levantó lentamente el vuelo, elevándose por los aires infinitos, remontándose sobre las marinas aguas, oscuras y tenebrosas en una tormentosa noche donde los relámpagos parecían atravesar el avión de parte a parte, iluminando sus adentros como si se tratara del ardiente infierno.
En un momento, todo oscuro después del resplandor, sólo se notaban las manos sin pulso de mis acompañantes que estaban a mi lado sentados.  Cogí con tiento la mano de Juan, que , me acompañaba en este viaje, para moverla un poco para como reaccionaba, pues las palabras me eran imposible de articular, pero no hubo respuesta alguna.

Todo seguía completamente oscuro, tanto dentro como afuera, pues ni estrellas se veían, ni un respiro se escuchaba, sólo el latir de mi corazón que no daba a basto a bombear sangre a mi cerebros que no paraba de buscar explicaciones y encontrar una salida, no se notaba que el avión cayera, pero tampoco el ruido de los motores era audible.

No era capaz  de interpretar nada de nada, intenté sacar mi móvil de mi bolsillo, no lo hallé, luego recordé que ya que me estaba fallando lo había dejado en la maleta y lo había facturado con ella.

No recordaba un silencio como este donde el único sonido escuchable era mi corazón y mi respiración, empecé a notar un gélido frío y el tembleque se apoderaba de mi cuerpo donde el rechinar de dientes estaba cogiendo un impulso imparable...

Toni Oliver

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