Nada me quedaba
Nada me quedaba
mi cuerpo en los huesos
la cuenca de los ojos vacíos
pero tu si estabas en mis pupilas
en ellas te reflejabas
en mis manos desencarnadas
una rosa roja de amor
ofreciéndotela desde mi vacío
como recuerdo de un imposible
tu, llena de vida
yo, calavérico, solo recuerdos
mas te sigo mirando
como un obseso
tan siquiera ni parpadeo
mis párpados ni cierran ni abren
de ellos nada queda
tampoco, ya, de mi cuerpo.
Tu sonrisa me da vida
aunque no tenga donde aferrarla
ni con que sujetarla
para llevarme de recuerdo
un tuyo beso.
Toni Oliver
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