Desolado
Desolado
tos de pecho, falta de respiración
una hermosa caja de cartón
con mucho cariño como techo
adentro, ropas viejas de colchón
como compañero, un perro callejero.
A mi vera, de respaldo
una gran tienda de ropa, del más millonario
ropas caras, sólo para unos pocos
al otro lado del cristal, la mujer más hermosa del mundo
con su traje, blanco, largo
pero no, no había una sonrisa en sus labios.
Ella vestida de lujo, yo de harapos
sin decirnos nada nos miramos
palabras no articulamos
con nuestras miradas todo nos lo contábamos
a veces, detrás del cristal, mi vida le iba contando
ella, quieta, sin moverse de mi lado.
Le ofrecí de comer, lo que tenía en la mano
el resto de un bocadillo que me habían dado
era de mortadela, no de jamón
no se digno a decir ni sí no no
ni tan siquiera me miró
ante tal silencio, me metí en mi caja de cartón.
Afuera, gente chillando
cantando, bailando, borrachos
al ver la caja se paraban, miraban pasmados
sólo insultos soltaban, no sé si ellos o el alcohol
mas la educación habían olvidado
del respeto. ¿Qué es eso? Mejor ni hablamos.
Niebla, relente, frío
en la caja agazapado
un nuevo día esperando al sol
que caliente el cuerpo, el resfriado
ni la maniquí quiera algo con el mendigo
me sigue mirando con descaro...
Toni Oliver
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