Cuando la desnudez
Cuando la desnudez del alma
aflora independientemente de la ropa
a través de la mirada y la sonrisa
que a quien mira emborracha
cual resaca infinita
que alimentas con otra mirada
tu corazón tu alma, la necesita.
Se encadenan los sueños
cual vorágine al infinito
enorme remolino de pensamientos
experiencias que te quedas ciego
sólo con los sentidos viendo
lo que nunca habías sentido
ni en los cuentos ha aparecido.
Quizás buscando en las enciclopedias
ese mundo que al ver su tamaño odias
simplemente por no haber vivido esas experiencias
pero ahora que reza en tu conciencia
ese mundo desconocido del alma
donde radica la experiencia
esa que es prohibida por la vigilante guardia.
Esa piel, cuerpo desnudo
que se eriza sólo con un sueño
con el pasar de los dedos ni te cuento
con la lengua al infinito
el calor del aliento
el sentir los gemidos
todo sintiendo sin verlo.
Cuando con los ojos contemplas
de las maravillas esa preciosidad
sin tapujos, el aroma que flota
en el aire, más fuerte que el de las rosas
juntando los cuerpos, ese tacto que toca
escalofríos, calidez, calma
el fuego del infierno asoma...
Toni Oliver
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