Que mal pensados somos a veces

Que mal pensados somos a veces

Que mal pensados somos a veces

cuando vemos a la bella y la bestia

también a la inversa

afilamos las lenguas viperinas

sacamos brillo a la doble o más moralidad

bajamos todos los santos del cielo

subiendo del infierno todos los diablos

a ambos los mezclamos

liando un maravilloso tinglado

de habladurías sin sentido

sin mirar a nuestros adentros

pensamos sin sentido

¿Cómo puede la bella irse con la bestia?

Ese ser malvado, feo, malsufrido 

viejo verde, ese gran pervertido...

Mil cosas más que no cuento

que si bien vienen al caso

se haría demasiado largo...

Pero... Y que hay de sus sentimientos

los de la Bella y los de la Bestia

también, de nuevo, a la inversa...

¿O acaso prevalece más la falsa moral

que el sentir de cada cual de los afectados?

Y. ¿Los demás que pintamos?

Sólo chafarderos somos de lo ajeno

de lo que tenemos en casa...

¡Ahhhhh, eso no se toca ni se habla!

Qué mi casa es mía y de mi casa no sale nada...

¡Vayan pensando, señoras y señores!

Que la lengua tenemos muy fina

aligerada de peso, tanto

como lo pobre que nos queda nuestro cerebro

a veces en una caja sin contenido

si, completamente vacío

lo abrimos al chafardeo

pero jamás al pensamiento 

y mucho menos a la introspección

de nuestros diablos y adentros.

Dejemos tranquilos

a la Bella y la Bestia

también a la inversa.

Toni Oliver