lunes, 3 de abril de 2023

La ventana

La ventana

Se ve esa ventana con las luces encendidas, un edificio de oficinas convertidos en apartamentos, ventanales grandes, un hombre dando vueltas y más vueltas de un lado hacia el otro, gesticulando como si se peleara con alguien, que de momento no se ve, ahora se ve con una pistola en la mano, revisando al cargador, sin parar de dar vueltas, no se distingue si le pone el seguro  o no, se la pone en la cintura, sujetada por los pantalones, desde la lejanía no se le ve la cara, parece una persona de unos 50 años, pero difícil de percibir claramente. Ahora sí, una mujer, pelo pargo, casi desnuda, desde mi punto de viste desnuda se ve, pero no con la claridad suficiente para confirmarlo, siguen, ahora ya los dos, dando vueltas, gesticulando, como si estuvieran discutiendo, desde la lejanía no se escucha ni una palabra, sólo los gestos de los brazos y, aparentemente, mueven los labios.

Se acerca ella a la ventana, corriendo los visillos, ahora todo parece como una sesión de teatro de sombras chinescas, se ha atenuado la luz, las sombras se mueven como antes, ahora se han puesto frente a frente, siguen gesticulando, pero sin tocarse.

De pronto el saca la pistola, le apunta a la cabeza, ella deja de gesticular, el, por los movimientos de la pistola, parece que dispara un par de veces, ella cae al suelo, eso es lo que parece ya que desaparece de la escena, se queda mirando hacia el fondo de la habitación, con la cabeza un poco agachada... Ella asoma la cabeza, levantándose agarrándose a los pantalones y la camisa de él. Se miran, ambos miran al fondo de la habitación, con la cabeza un poco agachada, como si alguien, allí en el fondo yaciera en el suelo. Desde mi posición no se escuchó nada, todo lo que veo es desde el silencio, no sale sonido alguno del edificio. Se apagan las luces de la habitación. 

De pronto el silencio se rompe con las sirenas de las ambulancias y de la policía, un ruido ensordecedor, las luces de los apartamentos se empiezan a encender, como si se preguntaran que había pasado... Al igual que aparecieron las sirenas, desaparecieron, volviendo el silencio, las luces de los apartamentos se apagaron de nuevo, todo oscuro, hasta las luces de la calle se apagaron...

Curioso, ahora se ven las estrellas en el cielo, una noche muy oscura, pero ahí están ellas parpadeando, hacía muchos años que no las había visto, para verlas había que salir de la ciudad e irse muy lejos.

Ni idea de lo que ha pasado, pero la noche se ha puesto muy bella, silente, abajo totalmente oscura, sin luna, se distingue la Osa Mayor, también la menor y otras de las que no me acuerdo de sus nombres. Solo, rompiendo el silencio, el ladrido de algún perro que se ha quedado solo, aullidos lastimosos, dando pena, sólo cambiando a ladridos al escuchar los pasos de alguien o de otro perro callejero al pasar por debajo de la ventana...

Toni Oliver

No hay comentarios:

Publicar un comentario