Me puse a bailar

Me puse a bailar

Me puse a bailar

con las mariposas de mi cerebro

las de mi estómago desaparecieron

al aparecer la luz del infierno.

Bailaba y bailaba sin parar

desde rock hasta vals

el muy cabrón de mi cerebro ahí estaba

haciéndome pensar en cada pausa.

Me rompía el baile en pleno vuelo

de mi mariposa abrazado

y ya me veo cayendo al suelo

él no sabe estar callado.

Ahora comprendo

porque las mariposas de mi estómago

me dejaron en medio de la nada abandonado 

les rompían la concentración

mientras estaban alborotando.

Seguía bailando con mis mariposas

ya un poco magullado

tanto golpe no es bueno para un anciano

me podía la ilusión de bailar abrazado.

Se hizo el silencio 

por segundos el desamparo

las mariposas se habían marchitado

yo, en el suelo, todo el cuerpo malogrado...

Toni Oliver