viernes, 22 de abril de 2022

Feliz día del libro 23/04/2022


¡Hola! ¿Qué tal va todo? Hoy es 23 de abril, el Día del libro 📚🌹Este año lo estoy viviendo no solo como lector, sino también como futuro autor. ¡Y no te imaginas la ilusión que me hace! 🤭 La escritura siempre ha tenido un papel importante en mi vida y desde que me embarqué en el proyecto colaborativo "Huesos de arena", todavía más. Para celebrar el día de hoy, he decidido enviarte un fragmento de mi relato. Espero que lo disfrutes y te deje con ganas de más. Si es así, puedes hacerte con un ejemplar a través de este enlace:

("Fragmento")

La cima de la colina

Estaba la noche oscura, la luna brillaba por su ausencia, el silencio roto por el maullido de los gatos encelo, dando la impresión de que un ejército de niños estaban llorando.

Escondido tras lo viejos muros de un antiguo monasterio, sin tejado, acurrucado en una esquina para aprovechar la defensa de los dos muros que la formaban, tanto para defenderme del frío nocturno, como de alimañas, tapado con unas viejas tablas, que seguro pertenecieron a alguna puerta por el tiempo, sus inclemencias y, porque no decirlo, del salvajismo humano que destruye todo por allá donde pasa, la noche, era fría, helada, estaba conteniendo el tembleque del cuerpo y el de los dientes que tenían la intención de armar un concierto de percusión entre ellos, calentándome las manos con el aliento y colocarlas de nuevo en los bolsillos para mantener un poco el calor.

Arriba, cada vez que miraba, al no poder cerrar los ojos y relajarlos, se veía un bonito espectáculo de estrellas, las galaxias, todo el firmamento, como pocas veces había visto. En las ciudades esas cosas apenas se ven, algunas estrellas y poco más.

Ante mi, unos ojos muy juntos, seguramente de alguna rata se se pasea por entre las ruinas buscando algo que levarse al estómago, le acompañaban otros pares, cogí una de las tablas  y la lancé hacia ellos, desaparecieron, por lo menos por un rato.

Se escucharon ruidos de caballerizas, el golpear de las ruedas metálicas sobre las piedras del camino, los cascos de los caballos herrados, algunas voces a lo lejos. Se iban acercando poco a poco, minúsculas lámparas se acercaban, si bien más parecían luciérnagas en la distancia...

¡Un abrazo y feliz Día del libro! 



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