Languidece la tarde
Languidece la tarde
entre muros, estrecha calle
los últimos rayos, lánguidos
sombras interminables
alargadas por los suelos
más allá de donde alcanza la mirada
entre el negro, el naranja
rayos suaves, fuerte contraste
se respira ya la noche
se encienden las tenues farolas
sus habitantes, las lagartijas
lagartos de la noche
testigos del silencio
amores, romances
de malos pensamientos
de los paseantes.
Ya lánguida la tarde
viva la noche
su esplendor oscuro
a la espera de la luna
que lentamente
desde lugares recónditos
aparece entre las paredes
sombras fantasmales
alimento del miedo al infante
historias de terror
para que no se salga tarde
ni divague en el desierto
de arenas movedizas
tragándose las almas
de la gente no bendita.
Más allá del miedo
el pintor y el poeta
plasmando su proeza
entre lienzo y pergamino
sus corazones palpitando
ante la mirada inquieta
entre ambos la picaresca
amor en cámara secreta
mudo entre el silencio
de esa noche despierta.
Toni Oliver
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