Tumba la tarde al sol
Tumba la tarde al sol
él, que se creía un gran astro
se ruboriza con un ardiente rojo
entrando en su caliente lecho.
El perfume a mar
transportado por la brisa
tu respiración en mi mejilla
cálida como la luna.
La piel se eriza
al pasar de tus dedos, tus caricias
en mis labios, mi boca
mudas palabras.
Tu mirada pide silencio
aviva el brillo de los ojos
el atardecer iluminando
como en la tierra los faros.
Fuerte abrazo
manos, brazos
abarcando hasta el infinito
se acercan nuestros labios.
Los corazones se acompasan ambos
su ritmo acelerando
un cometa en el cielo
va lento a nuestro lado.
Suena la música, lejana
se acelera su cercanía
marcando el ritmo de la vida
nuestros cuerpos, nuestra piel junta.
Sobre las rocas, rompen las olas
también en la cercana playa
a ritmo de vals traen la calma
en el cielo, luna y estrellas.
Mientras, nosotros
ambos cuerpos explorando
gran aventura, un universo
nos está esperando.
Toni Oliver
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