Sobre la arena
Sobre la arena
sopló la suave brisa
sacando a la luz
un viejo reloj de pared.
Cristal roto
agujas paradas
las horas ya no marca
anidan los pájaros en su caja.
Ancianas manos
la piel del tiempo acarician
a veces llorando
otras, la nostalgia amiga.
Áspera su tacto
por los arañazos de las espinas
que paso a paso la van cortando
en sus labios una sonrisa.
Sentadas sobre un árbol
unas unas velas encendidas
miro de nuevo asombrado
eran dedos en llamas.
Se le consumía la mecha
gastándose con el tiempo y la brisa
iluminando en la noche oscura
la blanca y fina arena.
También la luz del poeta
la del escultor, el pintor
el palpitar del corazón
cuando dos sus brazos juntan.
Abrazados aun árbol
las lechuzas meditan
el aullido de los lobos
en las sombras de sus ramas se levita.
Toni Oliver
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