Si hablaran los andenes
Si hablaran los andenes
millón de historias y desmanes
tristezas, alegrías, cantares
adioses sin esperares.
Abrazos de alegría
otros de despedida
besos apasionados
otros lagrimados.
Historias de vida, de muerte
de riqueza y pobreza
juventud y vejez
hasta el nacer sin espera.
El tintineo del martillo
en las ruedas de acero
en la pared un reloj
al avance, el silbido.
Camino de hierro
en el horizonte perdido
a lo lejos un humo negro
para algunos el corazón encogido.
Del bullicio al silencio
andenes vacíos
alguien sentado en un banco
sin rumbo ni destino.
Esperando el anochecer
entre los rayos rojos del sol
el horizonte anaranjado
el dragón echando humo.
De nuevo el bullicio
como la vida, empezando de nuevo
unos minutos, un hasta luego
un silbido, se pierde en lo lejos...
Toni Oliver
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