Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 16/01/2021
Con el pasar de los años hemos olvidado aquel niño que llevábamos dentro y que jugaba sin importar el resultado, lo importante era jugar, a lo que fuera. Era un mundo de exploración, descubrir el universo, nuestro pequeño universo, pero ahora nos limitamos a correr hacia ningún lado como si tuviéramos que llegar los primeros en una carrera donde, en el fondo, somos los únicos, ya que el resto poco nos tiene que importar.
No es una carrera de ver quien llega primero, sino de que cada cual, a su ritmo, vaya llegando.
La única competencia que tendría que haber en ese mundo es la competencia con uno mismo, no contra el resto del universo.
Y otra cosa, competencia en ser mejor persona que ayer, no que el vecino o el otro de más allá.
No olvidemos de que cada uno es un mundo, pero no vivimos solos, por lo que hay que cuidarnos los unos a los otros y también a este planeta que tanto vamos castigando en pos de un progreso que nos crea involución en todo lo personal, salud, pensamiento, etc.
Toni Oliver
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