domingo, 18 de octubre de 2020

Un relámpago, un trueno

Un relámpago, un trueno

Un relámpago, un trueno
del deslumbramiento
al ensordecedor ruido
luego el más absoluto silencio
ni las hojas, ni los pájaros
el enmudecimiento es tan alto
que se escuchan los latidos
del incansable corazón
algo acelerados por el impacto
por el frío del terreno mojado
o de la ropa que de agua va chorreando.

Amanece, un perfume desde mis recuerdos
ante mi un bosque ignoto
de antes de la tormenta no lo recuerdo
apenas entran los rayos del sol 
tomando un aspecto misterioso
figuras extrañas, nomos
pequeños seres que salen a su antojo
hasta hadas con sus vestidos tan bellos
o sus varitas mágicas con sus destellos
escondido entre los árboles algún ogro
que no los veo, pero resalta el brillo de sus ojos
entre hojas, follaje y los troncos.

Una sonrisa en mi rostro
incrédulo, estupefacción
pero feliz como en un cuento
como cuando niño
con mis juegos y pensamientos
lleno de barro todo el cuerpo
hojarasca pegada como en un dibujo
en una fantasía de otoño
tras la lluvia y el trueno...

En mi cara pega el sol 
cuesta abrir los ojos
enfrente los cristales, deslumbrado
el trino de los pájaros
el despertador sonando
donde iba, se me ha olvidado...

Toni Oliver

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