domingo, 10 de noviembre de 2019

No te atan esas cuerdas

No te atan esas cuerdas

No te atan esas cuerdas
te atan esos dedos, esas manos
que tu cuerpo acarician
llegando hasta el alma.

Esos brazos que aprietan
como la más dura de las cadenas
creadas con el mejor acero
cálido, suave y prieto.

Te ata ese aliento
que al sertirlo cerca
te rebela cada centímetro de tu cuerpo
convirtiendo la salvaje fiera
escondida en lo más oscuro
en tierna, salvaje
domada a destiempo.

No es el yute o el cáñamo
son esas manos con su tacto
no son las cadenas
es el aliento de su dueño
sus palabras, su mirada
tu reacción a sus besos.

No atan esas cuerdas
sino ese pensamientos
ese sentimiento
que sale desde los adrentros
como potro salvaje desbocado
entre el verde prado
los charcos y el barro.

Ata el dejarte llevar
por el surgir de los acontecimientos
dejando fluir el sol y el viento
el agua, las olas, el mar
o los ríos por los despeñaderos...

Toni Oliver

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