Tras la invasión
Tras la invasión de seres extraterrestres, no se sabe de qué galaxia, encontraron bajo los acantilados, precipicios infinidad de cuerpos, todos con signos de haberse precipitado en masa, uno tras otro, siguiendo la manada, parecían humanos, pero el comportamiento fue de borregos adiestrados a hacer lo que se los manda. Un gran suicidio colectivo, no por iniciación propia, sino por mandato de sus pastores. Se pusieron a pensar que podría haber en sus cerebros para seguir esta acción tan absurda, seguir la corriente sin pensar en sus consecuencias, o, simplemente, obediencia ciega por el miedo a otras consecuencias prometidas. A lo lejos, algunos humanos merodeando, solitarios, viviendo una vida tranquila, no les molestaba la invasión extraterrestre, no podía ser peor que la civilización que había antes de la hecatombe. Seguían su camino a ninguna parte, sin más preocupación que el seguir existiendo, sin gobiernos ni pastores que les adoctrinen o... Les saquen el cerebro para modificarlo a su antojo, cuales robots fueran...
Toni Oliver
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