Las musas se han ido
por el camino incierto
el del gran olvido
en la orilla de la vereda me han dejado
sin siquiera un simple despido.
Quizás sea el calor
tórrido como cada verano
que ni la brisa de la playa ha calmado
el mar ya sabe a caldo
con mil aceites sazonado.
Millones de sombras en lo oscuro
luciérnagas como ojos
yo, en la cuneta tirado, abandonado
invisible en este mundo oscuro
por el resto del mundo.
Miro la pluma, el tintero
el papel en blanco
pidiendo versos
estos... Ya olvidados
alejados por los vientos.
Las olas, fuente de inspiración
esa han callado y sellado
son como un espejo
con el sol en ellas reflejado
también mi reflejo al tiempo.
Las estrellas como luceros
allá entre el oscuro cielo
granitos de arena, como polvo
estelar, como en los sueños...
el cometa esperando.
La luna, mi eterno amor
me mira, no habla, guarda silencio
si hablo respuesta no obtengo
sólo a mis espaldas el búho ululando
la brisa ya no despeina mi pelo.
Toni Oliver
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