Arde mi corazón
Arde mi corazón
al son que me miran tus pupilas
las mías se convierten en llamas
al cruzarse con las tuyas.
Los párpados en huelga
no quieren que se desvíen las miradas
mientras las palabras callan
el silencio vale más que ellas.
El corazón, más parece un volcán
con toda la incandescente lava
hierve más y más en cada mirada
los ojos siguen sin parpadeo, sin lágrimas.
Ambos, cada vez más se aceleran
inmóviles para arrancar una gran carrera
hacia ningún sitio y hacia el infinito van
sin importar el destino, hay que echarse a andar.
Andar haciendo el camino hacia Ítaca
no importa la meta, sino por donde se anda
esos pasos, sus vivencias
esas que te enseñan a andar sin prisas.
Prisas que nunca fueron buenas
se olvida las cosas buenas encontrar
esa que son tan pequeñas
que para verlas tienes mucho que mirar.
Como esas miradas
esos corazones latentes tras ellas
esas sonrisas o risas
sin importar el motivo o causa.
La belleza de la naturaleza
esas pequeñas flores al azar
su perfume que aflora
con el rocío sobre ellas.
Sigue mi corazón en llamas
al igual que mi mirada
ante mi tú y tu cara
deslumbras con tu presencia.
Toni Oliver
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