Para cuando despiertes al alba
Podría
Podría escribir
todo un poema lleno de palabras bonitas
sobre cuan bella es tu figura
sobre tus ojos, tu pelo, tu boca
tu cuerpo paseando por cada rincón
creando un mapa toponímico.
Prefiero centrarme en esa luz
esa que hay detrás de tus ojos
que se ve aún estando cerrados
a esa persona de gran corazón
esa persona que siente
disfruta, sufre, siente dolor.
La humanidad del ser
esa que no sale en los retratos
pero si se nota en cuanto a tu trato
cuando contigo hablas un rato
aflora, como las flores de su planta
la rezumas en el ambiente.
Esos niños que te adoran
cuando un pincel les pones en sus manos
emborronando la pintura sobre un papel
creando dibujos con sentimiento
bonitos, puros como su alma
con ese orgullo que te lo presentan.
Esa paz y calma que transmites
aunque por dentro a veces hiervas
como la lava del volcán
la transmites a esos pequeñitos
en pintura, plastilina, barro
o cualquier cosa que se pueda moldear.
Y ya ves, hoy no hablo de lo que se ve
sino de lo que se siente en tu presencia
lo que se ve a la vista está
no le falta publicidad
pero sí a esa persona que llevas dentro
un saco de sorpresas, pero para bien.
Toni Oliver
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