sábado, 12 de noviembre de 2022

Miré la olla

Miré la olla

Miré la olla
donde se cuecen las ideas
ahí estaban mis musas
todas ellas de fiesta.

Ya bien calentitas
se agarran a mi pluma descarada
ellas con su danza
guían esas palabras.

En el fuego del infierno, de diablas
con su locura macabra
no por lo trágica
sino por su locura genial.

Me dicen, a la oreja
como si un secreto me contaran
cierra los ojos y anda
que te guiamos a donde haga falta.

Ciego, sus manos cálidas
vueltas y más vueltas
ni idea de donde pararán
sólo su respiración se escucha.

Mi corazón latía a lo bestia
nada sabía de la escena
me fío de mis musas
me gustan sus extrañas tretas.

Huelo el perfume a rosas frescas
sus tallos frescos, a su paso, la piel erizan
mi cabeza con una maraña de ideas
hasta que se calman, dejando que mis musas decidan.

El resto lo dejo en el tintero de invisible tinta
ni el papel secante puede secarlas
sólo sale vapor de la boca
de ese tintero y sus historias...

¿Qué será, será?
El tiempo lo dirá.

Toni Oliver

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