Elevé esta noche
Elevé esta noche
el volumen de mis pensamientos
entre el devaneo de las estrellas del cielo
temblaron hasta los cimientos
la lámpara se salía del techo
las baldosas explotaban sin contexto.
En la mesa, el tintero
haciendo equilibrios
cual titiritero
las gotas saltando sin ton ni son
sobre las hojas las manchas van cayendo
pero ni un puñetero verso.
La pluma, tan discreta, llena de nervios
se le han olvidado en el tintero los acentos
todos los signos de puntuación
de los números los ceros
hasta los signos de división
el de multiplicación las manchas va multiplicando.
He subido el volumen tanto
que sordo me he quedado
me cuento mis pensamientos
como sorno de nada me voy enterando.
¿Qué me está pasando?
Aparece el vecino cabreado.
Su cama se le ha desmontado
sobre el suelo el hostiajo
la mala leche le ha fermentado
la puerta casi me tira abajo
gritando desesperado.
¡VECINOOOOOO!
Con mi sordera no me he enterado
otro vecino me lo ha contado
como éste se iba desesperado
mis pensamientos su pared habían atravesado
el suelo, bajo sus pies evaporado...
Toni Oliver
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