La niña de la mirada perdida
La niña de la mirada perdida
ojos brillantes, dos diamantes
mirando hacia el infinito, ese allá
mientras el viajo violín acuna
mil sueños, millones de ideas
agarra el arco, acaricia las cuerdas
se pierden las notas bajo su lejana mirada
ella mira, ve como viajan
bailan al son de ellas mismas
entre los rayos de sol que por la ventana asoman
rayos de varita mágica, como la de las hadas
sí, esas en forma de estrellas
con esos rayos mágicos que reflejan...
Su cabeza, al son de la música
abandona ese suelo de madera
que cruje bajo sus pisadas
ahora, ya en los aires, ingrávida
perdida en su propia mirada
hacia el todo, hacia la nada
sueños hechos realidad
con sus manos y esas notas que danzan.
Su cuerpo ahí estaba
apoyado en esa pared de vieja piedra
pero ella al infinito viajaba
a borde de una estrella
que sonreía al llevarla
poco importaba a que galaxia
se dejaba llevar, como las hojas
por la brisa que la acunaba...
Toni Oliver
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