viernes, 10 de junio de 2022

Ahí estaba ese señor

Ahí estaba ese señor

Ahí estaba ese señor
deforme su cuerpo
como la torre de babel de alto
al igual que su vestimenta y zapatos
de copa el sombrero
de esos muy altos.

En sus manos un violonchelo
de ladrillos y cemento
cuerdas de fino esparto
tronco con flor de arco
tocaba son su mano
sonaba como del camión un claxon. 

Sonaban las notas un rato
discordes, acordes como ronquidos
el sol detrás del bosque se iba poniendo
en el horizonte colores rojos y fuego
manchando el azul del cielo
con las llamas en sueños.

Cada vez que movía el arco
el cuerpo de ese señor
se alargaba y estiraba como un acordeón
saltando sobre el suelo
emulando a los muelles caídos
imaginando el vaivén de un vuelo.

Se marchitó la flor arco
su tronco despellejado 
los ladrillos del violonchelo
por los suelos desperdigados
y ese señor tan largo
como la niebla, evaporado.

Toni Oliver

No hay comentarios:

Publicar un comentario