domingo, 9 de enero de 2022

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 09/01/2022

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 09/01/2022

Hoy voy a retrotraerme al pasado, cuando tendría 7 u 8 años, a los pequeños salones de juegos donde había las máquinas tragaperras, sobre todo esas en que se lazaba una bola e iba rebotando por diversos lugares, cuanto más rebotaba más puntos alcanzaba, más lucecitas, más música de la máquina salía.

Ya, cuando era pequeño, sí, ya lo sé, ahora tampoco he crecido demasiado, pero era más pequeñajo todavía, asimilaba el funcionamiento de esas máquinas a la vida misma y ahora que me he acordado de ellas y llevando ya un buen tiempo viviendo esa vida me doy cuenta de que más se asemeja.

Veamos, pongamos unos cuantos principios. 
Nacimiento = Lanzamiento de la bola, sales de la panza materna y empieza tu vida.
Vuelta al cajón de la bola = Muerte, se acabó.
Los golpes en las gomas en los que salías disparado = los golpes que te da la vida para que avances o te hundas.
Las lucecitas que se encienden = Los éxitos
los golpes a la máquina, incluso levantamientos = Los terremotos físicos o psíquicos
Los jugadores = Esos señores que están escondidos, si bien mucha gente sabe que existe y sus nombres, pero como bolas que vamos recorriendo la caja – tablero no nos enteramos ni conocemos.
Los creadores de las máquinas = Entes o elementos desconocidos, unos inventados y los otros en la búsqueda del qué, como o quién, y en caso de llegar a una conclusión a base de pruebas de qué, cómo o quién la hizo, entonces repetimos la pregunta ¿Quién, qué o como hizo lo del último hallazgo?

Empecemos: Sale la bola con el impulso que le da el jugador y el muelle pertinente que funciona como le da la gana, eso más o menos sería como el nacer de buena familia donde lo básico lo tienes asegurado y la mejor formación con sus ingresos pertinentes asegurado, ya vas rebotando de goma en goma, pero bien dirigido para llegar a la parte más alta donde suena la música y se encienden las luces. Al final, como todos, vuelve a la caja.

Luego tenemos los que salen con menos impulso, a los que les toca rebotar y rebotar por todos lados para no caer en la caja e intentar llegar a la cima de la música y las luces, pocos lo consiguen, la mayoría después de muchos palos vuelve a la caja.

Entre unos y otros tenemos a otra gran mayoría que va subiendo un poco más alto, alguno llega a la cima, pero la mayoría solamente sube un poco más antes de llegar a la caja.

Si lo miramos en como transciende la vida la similitud es abrumadora. 

Lo que me queda la pregunta: ¿El diseñador de la máquina tenía esa idea de que eso era la vida misma o sólo era un entretenimiento para darle golpecitos a la bola sin más?

Si alguien quiere información sobre el Pinball, un juego ya muy antiguo https://es.wikipedia.org/wiki/Pinball

Toni Oliver

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