miércoles, 16 de diciembre de 2020

De repente

De repente

De repente
en un abrir y cerrar de ojos
vi a ese pequeño mocoso
pelo rizado, color de oro
ojos abiertos, espabilados 
esperando el tren en la estación
en la espalda un palo 
con un pañuelo anudado
con mis pertenencias que ahí había juntado.

Zapatos rotos, no había otros
en el andén esperando
aquella máquina que echaba fuego
que llegaba con el silbido chillando
de sus entrañas mucho humo 
y yo la aventura imaginando
subiendo a las entrañas del dragón
que poco a poco iba avanzando
por su camino de hierro.

Viajando en el tiempo
la aventura de vivir con los abuelos
ahí en el campo
sin la tortura del colegio
ni las broncas que en casa me iban echando
un paraíso, todo nuevo
con mis amigos los perros
las vacas, gallinas y gatos
la comida hecha al fuego...

Por la ventana del vagón iba mirando
como posaban los postes del telégrafo
correteando por los pasillos
que en los asientos no aguantaba sentado
pidiendo los billetes el revisor
aquel señor con gorra de plato
su maquinita de hacer agujeros
su rostro siempre serio
como si nunca hubiera amado...

Toni Oliver

No hay comentarios:

Publicar un comentario