sábado, 3 de febrero de 2018

Habíase una vez



Habíase una vez...

Habíase una vez un calamar gigante que se adentró por el río en un bosque encantado. Como tenía mucha hambre, empezó a comer los habitantes del bosque, duendes milenarios que lo cuidaban y mimaban para que siempre estuviera bien frondoso y no perdiera el encanto, pues la magia que allí nacía era producto de ese encanto bien mimado.

Reuniéronse los ancianos ante tal problema, no podían seguir aguantando a ese intruso que acababa con sus vidas, después de muchas horas de discusiones a un acuerdo llegaron, condenarlo a ser un árbol y que cuidara la entrada al bosque, y así la historia de ese árbol, en forma de calamar y sus tentáculos.

Toni Oliver

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