Entre las viejas ruinas

Entre las viejas ruinas

Entre las viejas ruinas
del destartalado faro
mirando el horizonte
formado por cielo y mar salado.

Esa larga melena
ondulaba con la brisa,
sabor a mar tenía,
mis ojos hipnotizaba.

La fragancia de tu piel perfumada
de brisa marina y hermosas rosas
tú, vestida de finas sedas
transparentaba tu cuerpo
la imaginación al trote
nada la detiene en tu presencia
arde el fuego de la pasión.

Llega la noche
ilumina el viejo faro al marino
obnubilado con la sirena
la de las ruinas ardientes
en esa noche serena.

Siento tu sonrisa en tus labios
la siento hasta con los ojos cerrados
con los dedos y las manos
tu cuerpo tanteando
en una infinita caricia
buscando tus labios.

Sopla la brisa entre las ruinas
la seda de tu cuerpo se desprende
arde la pasión para siempre
esparcida más allá del horizonte
cielo y mar, tu y yo, uno para siempre.

Toni Oliver