¡Ay lunita!
Que bella te veías
luciendo tu traje de sedas negras
formado con nubes de algodón
jugando al escondite
haciendo trabajar la imaginación.
Detrás de ese traje de tul
entre claros oscuros
apareces como una Reina
salida de entre las tinieblas
con tu potente luz.
En esa noche llena de misterio
no dejas que del todo te vea
trabajando como si lo hicieras
con las sombras chinescas
juegos de manos para mentes abiertas.
Esperándote bajo el frío
procedente de las montañas
abrigado hasta las cejas
esperando que aparecieras
con tus vestidos de negra seda.
Como si bailaras la danza
de los siete velos, grises y negros
desnudándote despacio
hasta donde la imaginación empieza
a generar expectativas inciertas.
Con todo esto, con los dientes tiritando
me regalaste un gran espectáculo
de esos que no se dan ni en la mejor fiesta
hoy, luna llena, tu fiesta especial
en este escenario de tinieblas.
Me has hecho abrir los ojos
para verte aparecer
a cachitos inciertos e imaginarios
dejando las tenebrosas nubes para el escenario
noche de terror y belleza...
Toni Oliver
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