miércoles, 3 de diciembre de 2025

Me despertaron las primeras luces del alba

Me despertaron las primeras luces del alba

Me despertaron las primeras luces del alba, tras los cristales, el color rojizo del amanecer se filtraba entre los visillos, concierto de música pajaril, trinos, ya amigos, escuchándolos cada mañana, agradable despertador sin sonido estridente. El sol, desperezándose con prisa para elevarse hacia el cielo para iluminar y calentar las frías mañanas del invierno, la luna, acostándose tras las montañas mandándole abrazos y besos, condena de dos amantes a jamás encontrarse y abrazarse, ni besarse.

Toni Oliver



Sangre en el espejo

Sangre el espejo

Se miró al espejo, no veía u rostro, ni su cuerpo, pero si se veía como caían las gotas de sangre de sus invisibles labios recorriendo el espejo hacia abajo del armario, donde gota a gota se formaban dos pequeños charcos. Siguió el reguero con sus ojos, asombrado de que se viera la sangre en el espejo, luego miró a la joven mujer que había tumbada en la cama, en compañera vampiresa convertida por su implacable mordisco, blanca como la nieve, sólo unas gotas esparcidas en su rostro. Muy bella ella, sonriente, quieta...

Toni Oliver



El capitán pirata Loro Mudo

 El Capitán pirata Loro Mudo


Tras una reunión entre los piratas, a la muerte del Capitán pirata Garganta Profunda, así lo llamaban tras una bomba que astilló un madero y ahí se le clavó una astilla que le atravesó el cuello, se convocó una reunión para nombrar un nuevo Capitán. Ninguno daba la talla y tampoco conseguía los votos para obtener el título, todos estaban enfadados con todos los demás, salieron a relucir todos los trapos sucios de todos, los que se habían presentado retiraron su candidatura, por vergüenza, decidieron entre todos nombrar al loro como capitán, sólo gruñía, Grrrrrr. Lo mismo que el Capitán Garganta Profunda. 

Pocos cambios se notaron, siguieron navegando por las aguas del Caribe asaltando todos los barcos que se encontraban al son y mando de los gruñidos del Capitán Loro Mudo. Todos los navegantes los temían, al ver asomar por el horizonte la bandera pirata ondeando encima del palo mayor, por encima del carajo, todos cambiaban el rumbo alejándose de ellos, a veces lo conseguían, pero el navío pirata era muy rápido.


Toni Oliver