Otea el lobo blanco
Otea el lobo blanco
el horizonte nevado
su atalaya, nieve en polvo
sus ojos abiertos a dos palmos.
Cuida la manada en solitario
siempre está observando
es el líder, nadie lo está dudando
una sola mirada basta para su mando.
Jóvenes lobeznos
todos intrépidos
desafían su mando
desafiante mirada, dos gruñidos...
Paz y gloria, todos a sus puestos
viejo el lobo, sabelotodo
muchos años observando
de todos cuidando.
Bajo la luna, su blanco
brilla como un faro
por la blanca nieve resaltado
sus ojos, dos diamantes puros.
En la noche oscura encendidos
las estrellas en ellos se han grabado
parpadean al igual que en el cielo
un aullido rompe el silencio.
Las paredes van temblando
sus moradores otro tanto
de todos se apodera el miedo
más cuando el hambre está acechando.
Silente va caminando
para la caza merodeando
lobos hambrientos
su territorio han ocupado...
Toni Oliver