Exploración
Se juntaron nuestros labios con un diálogo de frases mudas, las lenguas, juguetones ellas, empezaron el juego de la exploración, jugando como dos niños traviesos. Los dedos inquietos, adentrándose en la selva de cabellos salvajes, acariciaban el cuero cabelludo, para ir bajando por el rostro, por el cuello, siguiendo por el resto del cuerpo sin dejar ni un poro sin ser observado, tentado, buscando la reacción pertinente de las caricias con destino cierto, disfrutando del camino, cada paso erizándose el vello, el corazón en llamas, fuego inapagable, va en aumento, un volcán en plena erupción, salpicando las estrellas, acariciando en su caída, toda la ladera del cuerpo.
Toni Oliver